Dedicándonos
a la instalación de toldos en
Fuencarral, Madrid, desde hace más de 15 años, hemos podido comprobar el
gran cambio que ha supuesto en nuestro sector la irrupción de los materiales
plásticos. Tejidos más ligeros y fuertes, cuyos colores apenas se degradan por
la acción de los rayos ultravioletas y que, además, repelen totalmente el agua
y la suciedad. Todas estas características hacen que los toldos, no solamente
duren en perfectas condiciones durante muchos más años que las viejas lonas de
algodón, sino que podamos fabricar toldos y lonas de mayor superficie.
Las lonas antiguas de algodón que utilizábamos hace años para la instalación de toldos en Fuencarral, Madrid,
cada vez que llovía, absorbían hasta tres veces su propio peso en agua de
lluvia. Este sobrepeso nos obligaba a utilizar elementos muy resistentes para
elaborar las estructuras, de modo que los mástiles y soportes de los toldos
sólo se podían fabricar con tubos de hierro, lo que aumentaba más aún el peso
total del toldo.
Sin embargo, la llegada al mercado de lonas acrílicas y de PVC, considerablemente
más ligeras, nos ha permitido cambiar las pesadas estructuras de hierro por
otras de aluminio. Así, con lonas y estructuras más livianas, podemos hacer
toldos o pérgolas de tamaños mucho mayores de lo que hace unos años podríamos
siquiera pensar. En los nuevos tejidos, los colores se añaden directamente a
las fibras durante su proceso de fabricación, por lo que los rayos del sol no
se “comen” esos colores como ocurría antaño con las lonas de algodón.
Este es el motivo principal por el que los toldos y pérgolas que instalamos
actualmente en Toldos Ayma
duran
muchos años más que antaño.
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